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jueves, 16 de abril de 2009

El cuñado impresentable.

Desde el año 1990 ha sido Presidente de la Junta de Andalucía. Es decir: desde el siglo pasado. Diecinueve años de Presidente, y en estas casi dos décadas ha conseguido que sigamos siendo una de las regiones más pobres de Europa, pese a que pertenecemos a la octava potencia económica del planeta. En 19 años, hemos logrado reunir la mayor parte del paro que hay en toda Europa; los andaluces somos los adalides de la mínima producción: ni en el sector Primario, ni en el Terciario (no hablemos del Secundario, que ése casi no existe en España) tenemos nada que decir sin avergonzarnos.
Nuestra imagen ha sido vilipendiada en todas las series de televisión: las criadas, los chorizos, los chuflas, las putas, los tarados son siempre andaluces; y no hay manera de erradicar ese cliché injusto y anticuado. En 19 años no ha hecho nada por dignificarnos; no lo han hecho sus consejeros, ni sus asesores de imagen.
Ha convertido los dos canales de televisión andaluces (Canal Sur 1 y Canal Sur 2) en dos agujeros negros por donde se desangra a chorros el presupuesto de la comunidad, dilapidando cientos de millones de euros en programas-propaganda y en pura basura profolclorista infumable.

En todas las familias hay un cuñado impresentable que, en la navidad, siempre acaba metiendo la pata cuando habla en público. No tienen ustedes en mente algún cuñado o primo segundo, o tío carnal que cuando habla la caga?
Pues bien: durante años, cuando Manuel Chaves ha hablado en la radio o en la tele, no ha habido ocasión en que no me suban los colores hasta la raíz del pelo y me avergüence de tener un Presidente cuya sintaxis es un fiel reflejo de lo que hay bullendo dentro de su cabeza: el puro desorden; el Caos; la imposibilidad de captar la realidad (y por lo tanto, de modificarla para mejorar nuestra calidad de vida ciudadana). Es un hombre que ha conseguido que le creen un personaje cómico en los programas radiofónicos; un personaje que habla trabucándose y que dice "los minolles" en vez de "los millones".

Era nuestra vergüenza doméstica. La sufríamos en silencio, como las hemorroides. Pero ahora viene el otro que tal baila y lo convierte en Vicepresidente Tercero de no sé qué Narices Territoriales (Dios! No se sabe ni cuál es el cargo!), ocupación que le obligará a hablar en público a menudo ante toda España. Y ello va a hacer que me sienta como cuando el cuñado impresentable de rigor, enmedio de una entrega de premios a alguien de mi familia, se pone en pie y levanta su copa (la quinta que se ha metido para el cuerpo ya) y dice, entre el terror tácito de todos los que ya lo conocemos, "quiero decir unas palabras"...

Dios! El cuñado impresentable! Va a hablar!...

1 comentario:

  1. Jajjaajjajajaja, estoy en el trabajo y estoy llorando de risa, como lo bordas Eduardo, ...sabes describir perfectamente la sensacion que muchos tenemos de este prehominido, y es catedratico de derecho nosecual, joder, debe haber una tombola por ahi que regalan las catedras a cascoporro,..en fin , me ha encantado tu disertacion porque es perfecta. Un abrazo.

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