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domingo, 28 de diciembre de 2014

El Grinch que nos quitó la Navidad


Esta navidad de 2014 ha tenido una importante diferencia con todas las anteriores; y no me refiero al discurso del nuevo rey, Felipe VI, con su bandera de España a 19 metros de distancia, lateralizada y desaparecida de plano. Esta navidad, los profesores andaluces hemos pasado la nochebuena y la comida de Navidad sin haber cobrado nuestro exiguo sueldo.

Acostumbrados como estábamos a percibir el insuficiente salario el día 23 de diciembre, justo a tiempo para comprar vino y gambones congelados, ese ansiado día llegó; y en nuestras penosas cuentas corrientes no hubo nada. Ni el 24. Ni el 25, claro: era fiesta! Ni el 26, día laborable. El 27 y 28, sábado y domingo respectivamente, tampoco hubo ingreso alguno. Y el 29... quién lo sabe? El caso es que no hemos cobrado.

Los demás funcionarios de la Administración sí lo han hecho. Y,por supuesto, los 30,000 enchufados de la Administración paralela, también! Claro que sí! Cualquiera se atreve a dejar a éstos in albis durante la primera mitad de la navidad! Para que empiecen a sacar los trapos sucios a la luz! No, no: a éstos hay que mimarlos! Si no, a ver cómo se sigue desviando dinero público!

Pero a los profesores... A los profesores de la Pública, interinos incluidos, nos han dejado con una mano delante y otra detrás. Después de habernos rebajado el sueldo un 25% desde hace cuatro años; después de habernos aumentado el número de horas casi un 20%; después de habernos robado nuestras pagas extra de navidad y verano desde hace tres años... Ahora, en diciembre de 2014, nos han dejado al pie de los caballos: al pie de los renos de Papá Noel.

Ha sido un duende malo: la Dama Blanca; el Grinch socialista. Jamás habría ocurrido esto sin la aprobación de la Dama Blanca, Susana Díaz, la Presidente de la Junta. Henchida de sí misma, pavoneándose por los enmoquetados pasillos de la Moncloa en su última entrevista con Rajoy para pisar el cuello de su inminente víctima Pdro Snchz, la Dama Blanca ha dado el nihil obstat a esta enésima humillación de los docentes andaluces; ha permitido que pasemos la nochebuena y la Navidad sin un céntimo de euro. Sin avisar; sin encomendarse a Dios ni al Diablo; sin un rumor en el horizonte que permitiera vislumbrarlo, la Killer de Triana nos ha puesto su zapato blanco de Manolo Blanik en el cuello a todos los desgraciados que en un mal día decidimos dedicarnos a la Enseñanza en Andalucía.

Ya no es sólo por el sueldo, que no ha llegado en su momento, sino porque llevamos años soportando un sobreesfuerzo estúpido desde que se creó la Agencia de Evaluación Educativa, ese ente paralelo, ese monstruo burocrático, ese apparatchik kafkiano que, espinosianamente, persevera en su ser con el único objetivo de justificarse a sí mismo, de corroborar la necesidad de su existencia a base de inundar a los profesores con absurdos papeles que rellenar, estúpidas estadísticas que construir, infames datos que falsear y repulsivos éxitos que fingir. Quizás debiera intervenir Greenpeace, porque el gasto inútil de papel que exige esta Agencia ilegal a los profesores andaluces está acabando con los árboles de la Amazonia!

Andalucía es la vergüenza del Informe PISA cada tres años! Estamos a la cola en Educación. Tenemos los alumnos peor preparados de España, siendo España uno de los países con peores resultados académicos de Europa! A quién queremos engañar? Los socialistas andaluces, después de 36 años de régimen mafioso, han conseguido que nuestros hijos sean, técnicamente, unos analfabetos funcionales! La Consejería de Educación andaluza debería aparecer en el Libro Guinness de los Récords como la más inútil de las estructuras administrativas del mundo! Y si a ello añadimos la aparición de la Agencia de Evaluación Educativa, cuyo lema debería ser "Evalúa, o muere!" y que fue declarada ilegal por el TSJA en 2012, la cosa es para hacer una apresurada maleta y salir huyendo hacia países con más respeto por la Enseñanza; países como Somalia o Afganistán!

Lo que antes se conocía como "libertad de Cátedra" (expresión algo rimbombante: todo sea dicho), también condensada en la sentencia popular "cada maestrillo tiene su librillo", y que no es más que la confianza en la capacidad docente de cada profesor, se calcina en esa pira funeraria que ha elevado la junta de Andalucía en cada colegio, en cada instituto, en cada conservatorio. Al espanto que supone enfrentarse a niños, cuyos padres a menudo desprecian la labor docente, hay que sumar el infierno de una Agencia paralela ilegalizada por el Tribunal de Justicia y que sigue actuando como si nada: un organismo ilegal que ha usurpado las funciones docentes de los que han estudiado una carrera universitaria y que obliga a profesores y maestros a rellenar cientos de informes, miles de papeles, decenas de estadísticas con las que maquillar los resultados obtenidos para ofrecer una imagen idílica que en nada se parece a la realidad educativa andaluza. Pero ojo: es ya un maquillaje forense; porque a la vista está que la Enseñanza en Andalucía es un cadáver. Y huele.

Nunca ha habido peores resultados académicos que ahora! Jamás se habían alcanzado los niveles de subdesarrollo intelectual que padecemos en Andalucía. Y, paradójicamente, nunca han coexistido tantos organismos dedicados a "vigilar la Enseñanza": organismos que han derivado en una persecución estalinista a los profesores, impidiéndonos calificar según nuestros criterios, presionándonos para que aprobemos a mansalva con el estúpido objetivo de obtener unos resultados a todas luces falsos con los que construir una Arcadia feliz llena de faunos y ninfas, de fuentes cristalinas y locus amoenus en los que bailen, al son de la flauta de Pan, los Viceconsejeros de Educación, tocados de guirnaldas!!!

Pero qué estamos haciendo? Dónde queda el respeto arcano por los profesores? En qué lugar se perdió para siempre el amor por los que enseñan? Pero qué universo educativo es éste?

La última muestra de este desprecio no es que nos hayan robado durante los últimos tres años todas las pagas extra (que no son extra, porque están prorrateadas de nuestro sueldo!); ni que nos hayan bajado el poder adquisitivo en casi un 30% en los últimos cuatro años; ni siquiera que nos hayan aumentado casi un 20% las horas lectivas. No! La última bofetada moral ha sido que llegue la Nochebuena y no nos paguen! Pero no ya la extra, sino nuestro mísero sueldo! El último escupitajo en la cara es que hayan dejado que llegue la Navidad sin que cobremos. Porque hay hogares que dependen de un único salario: el del maestro de escuela o la profesora de instituto; el del profesor de FP o la profesora de violín.

Tengo amigos que se han ido fuera de Andalucía a pasar la navidad con su familia y están allí sin salir a la calle con sus hijos porque no tienen un puto duro en la cuenta! Compañeros que van a tener que pedir dinero prestado a sus padres para echar gasoil y volverse! Conozco gente que no ha podido comprar a sus hijos el regalito de Papá Noel (menuda americanada!) porque sencillamente no tienen un euro. Ni uno.

Yo mismo no tengo un duro en la cuenta. Es más: está en negativo, porque me han bloqueado los últimos 125€ que tenía para embargármelos por una multa de octubre de 2012. Dos años después, el Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla, esa ciudad-Medea en la que ya no vivo y de la que nada he recibido durante 50 años, paraliza mi esmirriada cuenta corriente para hacer por fin Justicia y cobrarse una discutible multa por aparcar de noche en donde de día aparca el chófer del Cónsul de Francia (quién me he creído yo que soy? Robespierre?).

Y no es ya que no tengamos dinero para la Nochebuena o para el día de Navidad, que no tenemos, sino que hemos planteado comprar nuestros miserables reyes pensando en que íbamos a cobrar nuestros misérrimos sueldos el 23... Y ahora son todo números rojos! Y bocados en las cuentas por estar en negativo! Porque los bancos nos penalizan por ser pobres, como ya saben ustedes: si tu cuenta está a menos equis, te cobran 35 pavos de penalización. Y todo ese dinero extra que van a ganar los bancos esta navidad correrá a la salud de la Consejera de Hacienda, la Montero, la misma zorra que vigila a los moribundos andaluces para que no hagan movimientos de cuenta un año antes de morir! Uno se pregunta si el PSOE andaluz también se lleva comisión de los bancos cuando éstos nos penalizan por no tener un duro!

Los sindicatos UGT y CCOO, en las elecciones andaluzas de la Enseñanza, han quedado relegados al último lugar; han desaparecido del mapa sindical en el mundo del profesorado; kaput; finito; addío! Se lo han ganado a pulso: no se puede pretender seguir al frente de los destinos de los profesores y llevárselo crudo como han hecho hasta ahora. Se les acabó el chollo en la Enseñanza! Pero se rumorea que este retraso inesperado en el pago de nuestros sueldos es una venganza terminal de estos reyes del marisco. Así van a ganar muchas elecciones! Están acabados. Pero sin la aprobación de la Presidente, esto jamás habría ocurrido.

Maldita sea Susana Díaz por permitir esta bofetada moral, este enésimo revés, esta patada emocional que nos lleva a los profesores a preguntarnos, más que nunca, qué coño estamos haciendo, a qué vino decidirnos por la vertiente educativa! Maldita sea la Consejera de Hacienda, que no quiso dar la orden de pago! Maldito el Consejero de Educación de la Junta, que lo consintió! Malditos los 35.000 enchufados de la Administración paralela, nido de víboras especializadas en desviar y malversar fondos públicos! Maldita sea la Presidente de la Junta, por dejarnos sin Navidad! Maldita killer trepadora; puto Grinch, que ha acabado con la Navidad de decenas de miles de profesores!

Deberíamos vengarnos. Deberíamos esperar a que pase el 6 de enero y, desde nuestras mesas de profesor, desde nuestras aulas, anunciar a todos los niños de Andalucía quién es el Grinch; quién es la Dama de Blanco; quién es la zorra que acabó con la Navidad. Podríamos vengarnos informando a nuestros alumnos en profundidad acerca de qué son los ERE falsos; qué, los cursos de formación; cómo se han gastado el dinero los sindicatos UGT y CCOO durante años; para qué sirve una Agencia como IDEA, o EGMASA; a qué se han dedicado en Invercaria; cuántos familiares de Chaves están colocaditos en sitios estratégicos; por qué huyó Griñán; quién ha colocado ahí a la Susánida...

Y, por supuesto, decirles a todos los chiquillos que los reyes son los padres.

...Podemos.

lunes, 20 de octubre de 2014

...Había que destruir a Excalibur!!!




Primer Tranco

Todos los cooperantes españoles que resulten afectados por una enfermedad o lesión en el extranjero tienen derecho a ser repatriados urgentemente y cuentan con todas las garantías de ser atendidos y cuidados en España. Y cuando digo cooperantes, digo también misioneros y religiosos, cuya labor de ayuda en los países que padecen miseria es extraordinariamente relevante.

Esto no lo digo yo: lo dicen las Leyes españolas. Mi opinión al respecto –más bien, los matices de la misma- puede ser más o menos polémica; pero, en definitiva, asumo que, como españoles residentes en el extranjero, gozan de ese derecho y deben ser, como marca la Ley, repatriados.

En el caso del virus del ébola, la Ley no hace distingos: por muy agresivo que sea el virus y por mucho que en España, ni en el resto del mundo, no se disponga de un tratamiento que garantice la cura de esta infección mortal, los afectados por el mismo, siempre que sean españoles y que manifiesten su voluntad de ser repatriados para intentar curarse, serán traídos por el Gobierno de España con todas las medidas de seguridad posibles para el resto de la población.

Los misioneros Pajares y Viejo, ambos infectados, ambos religiosos, ambos repatriados y ambos fallecidos tenían, pues, todos los derechos a regresar a su país. Si los infectados hubieran pertenecido a las oenegés Médicos sin Fronteras, ACNUR o cualquier otra, habrían sido igualmente repatriados y tratados hasta su cura o su muerte. El riesgo para la población habría sido el mismo. Aunque me juego el cuello a que las protestas de la vergonzante izquierda (la melancólica y la extrema) no habrían tenido lugar. El hecho de que hayan sido dos religiosos ha azuzado los viejos fantasmas anticlericales de los que aún se nutre nuestra penosa izquierda española, tan obsoletos como ridículos hoy día.

La habitación del último misionero fallecido no quería recogerla ni limpiarla nadie; nadie del personal sanitario del Hospital Carlos III. Una voluntaria, Teresa Romero, de hermoso nombre español, dio un paso al frente; le pusieron un traje de astronauta en carnavales que tenía las mangas cortas; le explicaron en un cursillo acelerado -a la española: como se suelen hacer aquí las cosas- qué era lo que no debía hacer. Y veinte minutos después, convertida en una experta en gestión de crisis infecto-contagiosas, entró a recoger y limpiar la habitación en donde el misionero había muerto tras grandes padecimientos.

Teresa se tocó la cara con los guantes al quitarse el traje de astronauta. Se ve que alguna sustancia húmeda le tocó las mucosas. Y se infectó. Luego, se fue a su casa y comenzó sus vacaciones. Se empezó a sentir febril y decidió, conjuntamente con su marido, un médico, dormir aparte de éste. Por si acaso.

Como no mejoraba, fue a su médico de cabecera. No se atrevió a decir “hola, soy la auxiliar de enfermería que ha estado en contacto con el padre Viejo, recientemente muerto a causa del ébola en el Carlos III. Soy la que ha limpiado la habitación del misionero tras su muerte”. Y, claro, la médico le recetó Paracetamol y la mandó a casa. 

Teresa regresó a su hogar; pero también fue a depilarse, como si tal cosa! Y luego empezó a sentirse mucho peor. Una ambulancia la llevó de nuevo al hospital y, por fin, la ingresaron. Le hicieron los análisis y… Bingo! Tenía el ébola! Poco después, su marido, Javier Limón, médico, decide ingresarse cautelarmente.

Lo que vino después: medios de comunicación rabiosos; tuiteros alarmistas; calumniadores calumniando; políticos reprochando a políticos; y el Consejero de Sanidad (menudo pájaro!) metiendo la pata hasta las trancas y poniendo de manifiesto qué significa no haber entendido nada acerca de qué sea la Política.

La Ministra Ana Mato, tocada por la trama Gürtel –de la que aún no se ha repuesto-, balbucía datos y posibilidades; e, incapaz de establecer un Comité científico de urgencia con un experto que dirigiera toda la operación, tuvo que ser sustituida (qué vergüenza!), in media res, por la mismísima Vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuya resolución y capacidad –qué hace esta mujer en el PP?- le permitieron dar los pasos adecuados (más vale tarde que nunca!) para intentar meter la situación en cintura y que no muriera toda la población española en un mes (aunque aún no sabemos aún qué va a ocurrir en las próximas semanas).

En mitad de este argumento de película alarmista norteamericana, la Comunidad de Madrid, cuyo consejero, Javier Rodríguez (otro nombre netamente español, aunque menos hermoso), ya había manifestado toda suerte de sandeces e inconveniencias, decide entrar en la casa de Teresa Romero, en donde estaba tranquilamente Excalibur, el perro del matrimonio, al que su dueño, antes de ingresarse voluntariamente para que lo aislaran hasta que se vea si está o no infectado, le había dejado unos cubos con agua, la bañera también llena de agua y comida en abundancia. Pobre animal! La Comunidad de Madrid, como decía, decide entrar en el piso de Teresa y Javier para sacrificar al perro, sin saber si está o no infectado; sin detenerse a reflexionar si sería mejor analizarlo antes. Javier se entera y graba un vídeo con el móvil, desde su aislamiento, pidiendo que no sacrifiquen a su perro; lo publica y… arde Troya! Pérez-Reverte incendia las redes con su genial tuit: “Propongo poner el perro en observación y sacrificar a la ministra. No hay color.”

Corre la voz en Twitter y se levanta, en cuestión de minutos, una campaña espontánea que quiere evitar a toda costa el sacrificio de Excalibur: dueños de perros y gatos; animalistas (qué será eso?); buenistas y perroflautas de todo jaez se concentran a las puertas del domicilio de Teresa Romero y Javier Limón para hacer frente a los asesinos de perros enviados por la Consejería de Salud de Madrid y escoltados por los cuerpos de Seguridad. Un follón de mil demonios que se salda con unos cuantos detenidos y con Excalibur camino del ara sacrificial.

Esa misma tarde, nos enteramos por Twitter (por qué otro medio, si no?) de que han sacrificado e incinerado al pobre Excalibur. Pobrecillo! Y se monta la de Dios es Cristo en las redes! #SalvemosaExcalibur se convierte en trending topic mundial!!! Todo el planeta Tierra está pendiente del sacrificio de un perrillo de Alcorcón!!! La indignación de Occidente es total: la inoperancia española a la hora de atajar una crisis sanitaria que puede acarrear gravísimas consecuencias acaba haciendo mártir a un pobre animal doméstico al que ni siquiera se le ha hecho un simple análisis de sangre!!! Spain is different. Por desgracia. Todavía.



Segundo Tranco

Excalibur era la espada del rey Arturo, como ustedes sabrán. Una espada que, según la leyenda artúrica, estaba incrustada en un yunque, y éste en una roca de mármol. Era imposible sacarla de donde estaba. Sólo aquél que estuviera marcado por el Destino para llevar a los habitantes a unirse en una gran nación, podría arrancarla de allí.

El resto de la leyenda ya lo conocen: Arturo, que acude como escudero de su hermano Kay, olvida la espada de éste en su casa y busca una espada que la sustituya, pues Kay se ha presentado a luchar por el derecho a intentar arrancar la que está incrustada en el yunque. Inocentemente, Arturo encuentra cerca de donde se están celebrando las justas una espada clavada en una masa del bosque. La arranca sin esfuerzo y se la lleva a su hermano. De inmediato, todos reconocen que esa espada es Excalibur y obligan a Arturo a volverla a clavar y a volverla a arrancar de allí, cosa que vuelve a hacer ante los atónitos ojos de todos.

Lo proclaman rey, aunque algunos señores feudales se niegan a reconocerlo como tal. Arturo, entonces, comienza una serie de guerras locales y acaba con la resistencia de los nobles levantiscos, consiguiendo así unificar el Reino y establecer leyes y normas que darán origen a muchos años de paz y prosperidad.

Hasta aquí, la leyenda. Por descontado, los historiadores están divididos: unos creen que es sólo una leyenda; otros, hablan de un tal Artorius, un general romano establecido en Britania que comandaba un ejército sármata; algunos dicen que era un tal Gowind no-sé-cuántos, un rey del siglo II d.C., conocido por su arrojo y su inteligencia en el combate como Arth-gur (el hombre-oso); este Arth-gur existió realmente y realizó gestas memorables. En cualquier caso, lo que me interesa no es la documentación historiográfica (siendo apasionante, que lo es!), sino el significado de Arturo y de su Excalibur.

El rey Arturo representa el primer intento serio del pueblo que actualmente conocemos como inglés (británico, más exactamente) para unificar un gran territorio que caminaba lleno de conflictos, dotarlo de Leyes y articularlo como una Nación; una Nación en la que tuvieron cabida los britanos, los anglos, los sajones, los jutos, y en menor medida los celtas y los latinos; y todo esto mucho antes de que los invadieran los normandos, ya en el siglo XI.

Arturo es la voluntad conciliadora; la inteligencia unificadora que desprecia lo inútil de las guerras intestinas que a nada llevan más que a la parálisis económica y social. Arturo arranca la espada Excalibur como quien arranca el inmovilismo y la pereza social de todo un pueblo para blandirla como espuela que aguijonee la propia estima como Nación. Arturo sobrepasa los rencores locales, las luchas feudales caprichosas e insufla en sus súbditos el espíritu de la Ley, que a todos iguala. La Mesa Redonda no es más –ni menos- que el símbolo de la voluntad del líder de vivir entre iguales a costa de otorgar derechos a sus contemporáneos. Un escándalo!

Excalibur es la herramienta que simboliza la Auctoritas; la espada mágica que contiene la energía vital capaz de dotar de contenido a un pueblo, de unificar y articular las diversas culturas del momento en aras de un espíritu común. Cuando Arturo perdió su espada, el Reino cayó en la Oscuridad. Es decir: una vez perdida la Auctoritas, comienza a hacerse uso de la Potestas, que, en mi opinión, es sinónimo de Caos.

Tercer Tranco

La situación que vive España, mi nación, se sostiene porque desde hace tiempo, mal que bien, pertenecemos y estamos ligados con hilos invisibles a un concepto superior que es Europa. De no ser así; de haber permanecido con moneda propia –la peseta!- y sin los derechos y obligaciones que se derivan de compartir destinos políticos con esa idea compleja y de difícil realización que es la Comunidad Europea, la situación que vive España en estos momentos habría ya estallado en forma de una nueva guerra civil u otro conflicto de graves consecuencias para todos.

Porque lo que ocurre en España, mi país, es de una gravedad y una complejidad que a cualquier observador internacional le hace llevarse las manos a la cabeza: un Estado que contiene 17 mini-Estados con toda su parafernalia y todo su gasto; éstos, a su vez, llevan 30 años manejando el dinero público a oscuras y sin posibilidad de vigilancia ni control alguno. Muchas de estas 17 repúblicas monárquicas (porque ésta es la situación, por muy absurda que parezca) han construido y mantienen una Administración paralela a través de la cual financian el partido político que gobierna dicha región y, merced a la ausencia absoluta de control del gasto público (la Administración paralela no tiene funcionarios, sino contratados arbitrariamente elegidos!), se llevan enriqueciendo políticos, altos cargos, directivos, sindicalistas, alcaldes, diputados, etc. desde hace nada menos que tres décadas! …El pueblo, mientras, ve fútbol.

La Justicia, durante estas tres décadas (la Treintena Negra, como yo la llamo), ha vuelto la cara hacia otro sitio por la sencilla razón de que hay jueces del Tercer y Cuarto turnos (nadie me pregunte qué narices significa eso!) que han accedido a la Judicatura no por oposición, sino por designación. Por designación… de los partidos políticos!!! Se deben, pues, a éstos! Al igual que las Cajas de Ahorro, que fueron pobladas y gestionadas por políticos de carné; en todas las Comunidades Autónomas. En todas! Y han arruinado, con su interesada gestión, a los españoles. Nos han llevado a la quiebra como país.

Los casos de corrupción son innumerables, infinitos; las cifras de lo que nos han robado a los españoles son astronómicas! Los medios de comunicación, subvencionados (cuando no directamente comprados!) por grupos mediáticos nacidos en el seno de los grandes partidos, pasan de puntillas ante cadáveres calcinados y hediondos sin mencionarlos.

Mientras tanto, la superioridad de la raza catalana es expresada en innumerables demostraciones de capacidad organizativa; la amenaza de secesión comienza a ser un hecho: el Gobierno de Cataluña, financiado por el Estado español, crea una novísima Historia de España, difunde un eslogan exitoso (Espanya ens roba) y concentra todas sus fuerzas institucionales y mediáticas (pagadas con el dinero de mis impuestos) en proclamarse víctima y sentirse superior, simultáneamente: la misma estrategia que puso en práctica Adolf Hitler; sólo que éste sí se basaba en el penoso trato que habían recibido los alemanes tras el ominoso Tratado de Versalles, mientras que los nacionalistas catalanes fundamentan toda su animadversión en una Realidad Paralela que jamás existió.

Con una falsa Democracia, que no permite una verdadera representatividad del ciudadano; con una Ley Electoral que castiga al español medio y favorece al votante nacionalista; con una Constitución que, única en el mundo, establece marcadas diferencias entre españoles (el Fuero Navarro; la singularidad catalana; el Concierto vasco); con una Ley de Partidos que blinda a éstos contra cualquier intento de instauración de una verdadera Democracia; con un Tribunal Constitucional que ha atentado contra la unidad de España en numerosas ocasiones; con una Justicia que sistemáticamente protege a los ladrones de cuello duro; con unos bancos que, pese a haber sido rescatados una y otra vez con el dinero de todos, siguen sin dar crédito a los emprendedores; con una izquierda enferma que presenta como lo más cool del momento a unos discapacitados políticos que babean ante la figura hinchada de Hugo Chávez; con una derecha en cuclillas en un rincón, preguntándose entre balanceos insanos quién soy, quién soy; con unos nazis disfrazados de guays cuyo fuero interno grita yo soy catalán y por lo tanto soy superior a ti; con unas instituciones vascas, pagadas por todos los españoles, que sienta en los escaños de su Parlamento a etarras mal reciclados; y, enfín, con un Gobierno estupefacto que se pregunta cada día para qué sirve la mayoría absoluta, aparece el virus del ébola en Madrid y al lumbreras de turno no se le ocurre otra cosa que sacrificar a un pobre perro. Sin analizarlo. Sin mediar palabra. Sin piedad. Sin explicaciones.


Tranco Final

Quién arrancará la espada Excalibur del yunque opresivo que conforma la estructura partidista y partitocrática española? Qué Arturo luminoso y certero podrá blandir a Excalibur para traer a los españoles una nueva Ley Electoral? Qué nuevo Artorius podrá abrir un proceso constituyente del que resulte una joven Constitución que separe definitivamente los poderes y arranque de sus entrañas los privilegios supuestamente históricos como se arrancó el derecho de pernada?

España necesita un nuevo Arturo que acabe con los nobles levantiscos, con los nacionalismos, con las miserias regionales, con la corrupción que emana inevitablemente de la ausencia absoluta de separación de Poderes; un líder político que comprenda que la instauración del control entre los diferentes Poderes garantiza la limpieza en las Instituciones. España necesita entender que la desconfianza es el concepto sobre el que se sustenta la verdadera Democracia, que aún no conocemos! Los españoles tienen que volver a encontrarse con su Nación; y no porque ésta haya sido la más extensa y poderosa del Orbe en su momento, sino porque tienen derecho a sentirse españoles, como los franceses se sienten franceses y los norteamericanos, norteamericanos.

Pero, de momento, no sólo no aparece en el horizonte figura alguna comparable a la de Arturo, sino que nuestros miserables políticos, nuestros políticos pequeños han entrado como una horda de bárbaros en el bosque, y como su incompetencia manifiesta no les ha permitido arrancar la espada Excalibur, la han rociado con gasolina y la han calcinado.

La supervivencia de todos éstos se basa en que no haya una Excalibur que blandir, ni un Arturo que la arranque de la piedra! Que hayan sacrificado a ese pobre perro sin dar tiempo a análisis alguno no sólo constituye un acto de despotismo sin precedentes (un perro es un miembro de la familia), sino que establece una curiosa sincronicidad: había que destruir a Excalibur como fuera!


Eduardo Maestre


Jerez de la Frontera.
12 de Octubre de 2014. 
Día de la Hispanidad.

martes, 27 de mayo de 2014

Podemos... joderos vivos!


La irrupción del partido político Podemos, encabezado, creado, pergeñado, ideado y lanzado al estrellato de la red y los medios de comunicación tradicionales por Pablo Iglesias, ha sido, en mi opinión, lo más destacable de los resultados de las últimas Elecciones europeas, cuya campaña, por demás, ha sido la más penosa y deprimente de la reciente historia de la Democracia (sic) española; y conste que las campañas electorales españolas, todas, han tenido un nivel tan bajo de interés político que se estudiarán como modelos de encefalograma plano en el futuro -si es que no se estudian ya en los países que sí disfrutan de democracias verdaderas.

Otro hecho destacable es la muerte por asfixia interna del partido socialista, partido que dejó agonizando Zapatero en manos del taxidermista Rubalcaba para que éste le extrajera los órganos vitales y los ojos y lo rellenara de estopa, a fin de poder colocarlo en cualquier estantería sin que oliera demasiado mal.

Pero este breve artículo no es para hablar de necrosis, sino de este extraordinario partido Podemos, de Pablo Iglesias, un madrileño de 35 años que por lo visto da clases en la Universidad Complutense, la de los cadáveres hacinados.

Si no han leído ustedes el Programa de este singular partido, les recomiendo que pinchen el enlace ad hoc y le presten atención; no es muy largo. Y merece la pena, porque en él se despliega... todo un universo de color y fantasía! Parece que se hubieran reunido alrededor de una mesa abarrotada de copas de Fundador diecisiete universitarios de los 70', pelo a lo afro y patilla exuberante, y hubieran escrito en las servilletas del bar todas y cada una de las ideas más excelsas que un corazón joven e incauto pudiera soñar!

Algunas de las propuestas, no lo puedo negar, son interesantes. Y justas, ciertamente. Pero la gran mayoría, en mi opinión, son disparates de calibre grueso. El lenguaje con que se expresan da idea de la estructura totalitaria que domina la formación. Utilizan profusamente las siguientes palabras: "prohibición", "prohibiremos", "se prohibirá"; así como "supresión", "reconversión", "ilegalización" y, especialmente, "control".
Prohibir, controlar, suprimir e ilegalizar son, pues, los recursos más socorridos de estos admiradores de Hugo Chávez, el golpista venezolano recientemente muerto, y de Fidel Castro, ese gran libertador de su propia familia que ha decidido, como Raphael, no morir jamás.

Las empresas son, a lo que parece según el programa de Pablo Iglesias, el objetivo a batir. Si éste trincara el Poder en algún momento, los empresarios y sus familias deberían (es un consejo) abandonar España con lo puesto, inmediatamente, pues ya podrían olvidarse de obtener beneficio alguno por su trabajo e iniciativa personal. Los colegios concertados, cierre inmediato. La Iglesia, a las catacumbas. Los inmigrantes, todos con casa y manutención sine die. La Sanidad, gratis total para todos los europeos, turistas e inmigrantes. La ayuda internacional, no se sabe con qué dinero, se multiplica exponencialmente; especialmente en los países comunistas y socialistas. Los israelíes son unos asesinos; los palestinos, unas almas cándidas. El Sáhara, independiente. La cultura suramericana populista, y los países del Magreb, como modelos de relaciones internacionales. El Banco Central Europeo, nacionalizado; la tierra, ocupada y repartida. Y así, un largo etcétera de desiderata quinceañeros asombrosos.

Por descontado, los territorios europeos, todos, tienen derecho a decidir su futuro como naciones. Esto, de ponerse en práctica, sólo afectaría a España, claro. Imagínense ustedes los referenda simultáneos que dejarían esta Nación antiquísima que aún es España convertida en cantones en cuestión de un mes. No sólo Cataluña y Euskadi se independizarían a los tres días de la llegada al Poder del de la coleta y sus secuaces, sino hasta el barrio de la Puerta Carmona sevillano en el que nací se declararía Cantón Independiente!

Se nacionaliza y se reconvierte en gestión pública (o sea: de los del apparatchik de Podemos) desde la Banca hasta las Cajas de Ahorro; desde la Sanidad hasta las Universidades. Los medios de comunicación (también los que le han dado a Pablo Iglesias el éxito instantáneo en estas elecciones) tendrán sus comités de control y no podrán generar beneficios excesivos, así como las empresas extranjeras instaladas en España (si es que quedara alguna al llegar éstos al Poder!), que tendrán auditorías periódicas para el reparto equitativo de beneficios.

Enfín (todo junto y acentuado, sí): que Venezuela y Cuba parecerían Chicago y Boston al lado de la España que este joven fundamentalista quiere para nosotros y nuestros hijos. Uffff...

No me parece mal que este político recentísimo tenga carácter y se exprese muy bien (hechos, ambos, innegables); ni que tenga, como dicen por ahí los medios, un ego gigantesco; egos gigantescos los han tenido todos los dictadores: desde Hitler a Fidel Castro; desde Pol Pot hasta Stalin; desde Franco hasta Mussolini. Y también los grandes estadistas del XIX y el XX. Un ego crecido no es síntoma, necesariamente, de imbecilidad. El problema es que este tipo de hombres no cree en la libertad del individuo; este tipo de personajes piensa que todo el mundo es un perfecto inútil y hay que resolverle la vida desde el Estado: un Estado hipertrofiado, gigantesco, de un paternalismo infinito y con una capacidad cósmica de intromisión en cada aspecto de la vida del ciudadano, asfixiando la Soberanía y reduciendo la capacidad de acción del individuo a cenizas.

Por otra parte, es asombroso que un tipo que canta las bondades de golpistas y asesinos como Hugo Chávez, Castro y demás dictadorzuelos comunistas haya tenido a su disposición un par de cadenas de televisión nacionales a diario, en todo momento y a todas horas, para difundir su tóxico concepto de Política; concepto que se reduce, en mi opinión, a tres parámetros esenciales: control absoluto del individuo; amputación total de la posibilidad de emprender nada; y asunción e instrumentalización de la Soberanía por parte del aparato de un Estado gigantesco y omnipresente.

Yo, como liberal que soy, no puedo menos que sopesar seriamente la posibilidad de acercarme a la Comisaría más cercana y denunciar a este tío totalitario e iluminado, a este gestor de la desdicha del individuo; denunciarlo por apología del terror totalitario y ensalzamiento de la Dictadura comunista. Sus ídolos son mis hombres del saco; sus modelos son mis demonios; su oscura visión del futuro es mi sofocante idea del Apocalipsis. Que haya conseguido más de un millón doscientos mil votos en España es un serio aviso de que algo gravísimo revolotea sobre la cabeza de los españoles.

En Francia tienen ya su Le Pen. En España, nuestro Pablo Iglesias. ...Un escalofrío recorre Europa.

jueves, 22 de mayo de 2014

Otro insulto a los andaluces.



Ya he denunciado en ocasiones la insistencia en insultar a los andaluces en la televisión. Y, una vez más, me siento ante el teclado para denunciar un nuevo insulto a este desgraciado pueblo sin defensores que es el pueblo andaluz.

En una nueva serie de Antena 3, cuyo título es Sin identidad, se expone una especie de nueva versión, modernizada y algo descafeinada, de El Conde de Montecristo. En esta ocasión, es una mujer la que busca venganza; su apellido, para que no quede duda del paralelismo con la obra de Dumas padre, es Dantés.

Mercedes Dantés, encarnada en la bellísima Megan Montaner, se percata, ya con 26 añitos, de que es hija adoptada; y busca a su madre con gran afán. Pese a los obstáculos que encuentra en su búsqueda (un convento en el que las monjas llevan décadas vendiendo recién nacidos a gente con pasta; intereses políticos; jueces y abogados comprados, etc.), Mercedes Dantés encuentra a su madre, Fernanda, encarnada por una Victoria Abril metida en formol.

Hasta aquí, no hay nada que decir. El problema, como siempre, es que esta tal Fernanda ha sido puta toda la vida; recientemente, regenta un bar de pueblo junto a su hija asmática. La hija tiene un novio: un macarra excarcelario; un chorizo violento. Todos son andaluces. Todos, de un supuesto pueblo de Jaén.

Al margen de que el acento de los supuestos jiennenses es mucho más de Sevilla capital (del extrarradio de Sevilla, me atrevería a decir) que de Jaén (cualquier andaluz distingue a la primera palabra si el que habla es de Andalucía Oriental u Occidental!), lo triste de todo este asunto es que, una vez más, los andaluces sólo aparecemos en las series de Antena 3 (y de Telecinco; y de Cuatro; y de la Sexta...) si hace falta sacar a una puta, a un chorizo, a un macarra, a un traficante o a un gilipollas.

No hay manera de ver a un andaluz, en una serie, haciendo un papel serio o en un rol protagonista! Siempre le confían el clásico personaje cortito de entendederas; o banal, o frívolo, o torpe. Y esto, en el mejor de los casos: la mayoría de las veces, como ya he dicho, los andaluces aparecen en estas series (y en casi todo el cine español) dando vida al repugnante mundo del hampa. Como si aquí en Andalucía no hubiera hombres y mujeres trabajadores y gente normal!

Nos han relegado a aparecer como chorizos, sinvergüenzas, vagos y putas. Y, efectivamente, en Andalucía hay chorizos, sinvergüenzas, vagos y putas!!! Como en toda España!!! O es que no hay ladrones en Cataluña? O es que no hay putas en Bilbao? O es que no hay sinvergüenzas en Valladolid?

Por qué no se atreven a ponerles a estos personajes, para variar, un claro acento catalán? A que no recuerdan ustedes a un vasco haciendo de traficante en ninguna serie? O a una catalana haciendo de puta? Claro que no! Bien que se cuidan, en estas empresas de producciones televisivas, de no mosquear a los vascos ni a los catalanes! Siempre nos tienen a nosotros, los andaluces, para ponernos el pie en el cuello subliminalmente!

Hasta en los dibujos animados, los personajes más abyectos tienen acento claramente andaluz; vean, si no, el infame personaje Cletus, de la maravillosa serie Los Simpsons! Cletus y Brandine, su compañera, son dos paletos norteamericanos que viven amancebados y llenos de hijos analfabetos en el extrarradio de Springfield; representan lo más alejado de la civilización; son incestuosos, abominables y repulsivos. Y qué acento han elegido, para su doblaje? Catalán? Vasco? Gallego? Vallisoletano? Aragonés? Noooo! Tienen acento andaluz!!! Claaaaro!! Cómo no? Lo más abyecto de la sociedad norteamericana sólo puede ser entendido en toda su plenitud, al verterlo al español, si está acompañado de un claro acento de Andalucía.

Y nadie protesta!!! No hay ni un político andaluz que ponga el grito en el cielo! Ni una asociación en defensa de la dignidad de los andaluces! Nadie. Un silencio cósmico y resignado, que indica aceptación e indolencia, es toda la respuesta. Incluso habrá andaluces a los que este sistemático insulto les hace gracia!

Así que, de nuevo, una choni asmática y resentida; su novio, un chorizo carcelario y violento; y la madre de la choni, una puta acabada y greñuda con más pinta de homeless yanqui que de deshauciada española, concentran dentro de sí mismos todo el lumpen español; y todo ello, adobado con un fortísimo acento andaluz occidental (pese a situar la acción en Jaén), para que no se nos olvide a los andaluces que somos la hez de la tierra, la escoria de España; para que no se les olvide al resto de los españoles que lo más abyecto de nuestro país sigue residiendo en Andalucía, esa tierra casi africana en la que no hay defensores de la dignidad, ni voces que se alcen contra este insulto constante; ni políticos que velen por nuestro amor propio como ciudadanos; ni instituciones que guarden la imagen de un pueblo que un día fue el centro del mundo.

Nada: sólo resignación y silencio. Y muchas putas, chorizos y descerebrados llenando las series y el cine español de un hediondo e irrespirable acento andaluz.

martes, 20 de mayo de 2014

Mi Rey, mis negocios.



Vaya por delante que no soy monárquico; que creo que una República es algo más sano y moderno, más inmediato al ciudadano que una Monarquía. Pero soy persona de orden (que se decía antes) y acepto la situación del Estado español sin aspavientos ni banderas, y con la esperanza de que en algún momento encontremos un punto de inflexión incruento en el que virar hacia un modelo más acorde con nuestro tiempo. Dicho lo cual...

Me parece fantástico que el Rey Don Juan Carlos viaje a los países árabes acompañando a los empresarios españoles con el fin de romper el hielo musulmán y hacer de pontífice (que tiende puentes) entre éstos y aquéllos. Es magnífico que estos musulmanes, hipermillonarios hasta la náusea, sólo quieran recibir en sus geométricas y doradas estancias a personas de sangre real. Ello hace que nuestro Rey sirva a su país como mediador, relaciones públicas y embajador. Para algo práctico debía servir la Monarquía! No sólo como tótem para nostálgicos de épocas pretéritas!

Estupendo, pues. Pero...

Cuando mi Rey acompaña a empresarios españoles a estos países medievales lo hace para que estos hombres de negocios sean recibidos, atendidos y escuchados sin peligro de que cualquier jeque de éstos les manden cortar la mano izquierda por un descuido comiendo cordero. Don Juan Carlos actúa de escudo protector, de guía espiritual y de abogado de almas, pues hace décadas que entabló amistad con estos tiranos del medioevo; o con los padres de éstos; y le conceden su confianza por la sencilla razón de que es un Rey. Un Rey europeo, para más inri. Un Rey de los de antes!

Pero cuando mi Rey lleva de la manita a estos mercaderes a hacer negocios "para España", mi Rey lleva en el bolsillo de su carísima chaqueta la Soberanía de los españoles: mi porción de Soberanía nacional. Don Juan Carlos soporta en su ajada columna vertebral la Soberanía de todos los españoles, y, cuando mete la mano en el couscous saudí mientras gasta una broma real, además de estar contribuyendo a que los dineros saudíes se los embolsen los constructores españoles, está comiendo couscous soberanamente; es decir: todos los españoles nos concentramos en esa porción de couscous que el monarca se embucha en su real garganta.

Por lo tanto, somos todos los españoles, representados en la egregia figura de nuestro Rey, los que abrimos el camino a estos empresarios para forrarse con el AVE a la Meca, con la construcción de la-Mezquita-más-grande-que-vieronlos-Siglos o con la ampliación del Metro de Abu Dabi.

Y eso me parece bien. Me alegra que los españoles hagamos negocios boyantes en todo el planeta. Y, seamos pragmáticos: aunque haya que taparse las narices; porque para estrechar la mano de aquéllos que aún obligan a las mujeres a ir tapadas de arriba abajo; para firmar acuerdos económicos con quienes no han levantado un dedo contra la lapidación a las mujeres adúlteras; para llegar a acuerdos con quienes no dudan de la bondad de ahorcar a las mujeres musulmanas que se han casado con un cristiano, hay que tener estómago, eh?

Seamos prácticos; seamos racionales; apoyemos a nuestros empresarios: muy bien. Pero si van con un sherpa real que les abre el camino para que puedan coronar estos ochomiles complejísimos, deben aceptar que es el Pueblo Soberano Español el que, a través de la figura del Rey Juan Carlos, les está abriendo las puertas de las alcobas de estos jeques antidemocráticos y absolutistas.

Por lo tanto, y siguiendo con la lógica empresarial, estos hombres de negocios, estas empresas ciclópeas, estas constructoras megalíticas deben dar algo a cambio a los españoles. Es decir: nosotros les prestamos al Rey, que es lo mismo que prestarles nuestra Soberanía, para que den un uso de Él (de Ella); un uso claramente beneficioso para sus planes empresariales. Muy bien. Pero creo que no está claro aún qué recibimos los españoles a cambio de esta cesión utilitaria de nuestra Soberanía común.

Alguien sabe si estas empresas tienen firmado con el Estado español algún convenio de intercambio de beneficios? Es decir: nuestro Rey les sirve de mamporrero en los bussines, y, a cambio, esas empresas se comprometen a construir algún centro cívico? Algún hospital infantil? Alguna Universidad? O campos de deporte; o parques y jardines? O se comprometen a financiar la investigación contra el cáncer? Enfín... Algo?

Me suena a mí que no. Y de nada nos sirve que alguien diga que los beneficios de esas megaconstrucciones son ingresados en cuentas bancarias españolas; o que Hacienda recibe su parte proporcional al final del Ejercicio anual. No, por Dios! Porque eso se da por sentado! Faltaría más! Lo que nos quedaba es que esos miles de millones de euros fueran a parar a paraísos fiscales que no tributaran a la Hacienda española!

Me refiero a que, además de tributar (yo tributo, tú tributas, etc.), estos empresarios claramente beneficiados por mi Rey, por mi Soberanía, deben dar, a cambio, algo que redunde en beneficio de aquéllos en quienes la Soberanía reside. Y no sólo la tributación a Hacienda; ni que el capitalazo ganado se mueva por los bancos españoles (que ya eso no es como antes! Porque no dan crédito alguno!), sino que se comprometan por escrito y ante notario a devolver al pueblo español parte del inmenso beneficio que la presencia y mediación de nuestro Rey les ha permitido ganar. Y que, sin ese pontificado real, jamás (que quede claro: jamás) habrían logrado.

Dicho lo cual, creo que estamos en condiciones de exigir a estos empresarios de alcance internacional no sólo que cumplan la Ley fiscal y tributen en España (que eso se les supone!), sino que agradezcan nuestra cesión de la Soberanía edificando para los españoles, aportando capital para la investigación, construyendo colegios, carreteras, hospitales o centros geriátricos. Porque algo han de dar a cambio.

Y si no, que no cuenten más con el Rey Juan Carlos -con mi Rey- para hacer negocios; porque están utilizando mi Soberanía sin mi permiso!

martes, 6 de mayo de 2014

Helecho diferencial


Haber nacido en España es -como haber nacido en Francia- un accidente. Pero que nadie se engañe: ser francés siempre ha sido más fácil que ser español. Mucho más fácil! Dónde va a parar?

Ser español (ya lo dije en mis vídeos) es tremendamente difícil: además de sufrir los inconvenientes del mal divorcio que se ha ido forjando entre la Política y la Ciudadanía; además de soportar durante décadas el expolio de las arcas públicas por parte de una verdadera mafia institucional; además de haber dado por imposible que la Justicia ponga en su sitio a los políticos que durante décadas expoliaron las cajas de ahorros, a los banqueros estafadores, a los terroristas irredentos, a los sindicalistas hartos de marisco, a los concejales enriquecidos ilícitamente; además de pagar con nuestro sueldo los desmanes financieros en que incurrieron otros; además -digo-, tenemos que sufrir, a diario y desde hace décadas, a los nacionalistas.

El nacionalismo -también lo he dicho: por activa y por pasiva- debería estar tipificado, junto al terrorismo y al fundamentalismo, como delito, pues entre sus muchas vilezas está la de surgir por obra y gracia de un sentimiento de superioridad frente a aquéllos con los que los repentinos nacionalistas llevan conviviendo durante siglos. La esencia del nacionalismo no es otra que la siguiente afirmación: yo soy mejor que tú. Y la destrucción del con-vecino es el medio directo para conseguir su fin, que no es otro que suplantar al Estado que desgarran para convertirse en otro Estado idéntico. Esto es: no acaban con el Estado para implantar un modelo mejor, sino para detentar los mismos privilegios del Estado al que destruyen!

Pero de los muchos aspectos que ofrece el Nacionalismo para analizar, hay uno que me ha parecido siempre especialmente sangrante e insultante: ése que se resume y concentra en lo que ellos llaman el hecho diferencial. El hecho diferencial catalán... Bien. Pero qué narices es un hecho diferencial?

Un hecho diferencial, a priori, es una realidad de facto que hace que un pueblo se diferencie con claridad y contundencia de los demás pueblos que conforman el Estado del que forman parte. Como si en España, verbigracia, vivieran siete millones y medio de yanomamis en taparrabos: sus cerbatanas, sus pelados a la taza, su corta estatura y su intrincado idioma los harían inmediatamente diferentes al resto de españoles; eso es evidente. Yanomamis? Sí: yanomamis!

Como si fueran yanomamis, los nacionalistas catalanes aducen para defender este hecho diferencial unos parámetros que los distinguen claramente del resto de los españoles; a saber: un idioma propio; una cultura y folclore propios; una Historia propia y exclusiva que -por lo visto- refrenda cientos, miles de años de independencia anteriores a su anexión (sic) al Reino de España. Aducen también una situación de injusticia y opresión insufrible por parte del estado español, con el mantra Espanya ens roba (España nos roba) como runrún repetitivo y reivindicativo; etc.

En resumen: aquello a lo que los independentistas catalanes llaman el hecho diferencial es, en su opinión, una serie de realidades irrefutables e indiscutibles que, por descontado, no aguantan ni el más ligero análisis. Veamos.

Tienen un idioma propio: el catalán, que es un dialecto derivado del lemosín, románico. Los gallegos, acaso, no disfrutan también de idioma propio? Y qué decir de los castellanos? Y los valencianos? Y los baleares? Y los canarios, con el guanche? Y si me apuran: qué decir de la fabla aragonesa? O del castúo, en Extremadura? Por no hablar del bable! O de las distintas hablas andaluzas, algunas de las cuales no entendería Dámaso Alonso, así resucitase!!! En Huelva y en Sevilla, sin ir más lejos, hay dos hermosos pueblos en los que yo, que soy sevillano de la Puerta Carmona (el centro de Sevilla), no entiendo ni una sola frase, así me cuelguen por los pulgares! Me encantaría contemplar a un leridano en Estepa intentando descifrar la pregunta "tú sabe chiflée?"

Por descontado, el euskera (o euskara, pues parecen no ponerse de acuerdo los vascos en este extremo), hablado por un pequeño porcentaje de la población vascuence, también es un idioma; aunque inventado en su mayor parte en los últimos 30 años. Recuerdo que en la Facultad de Filología, durante la asignatura de Lingüística, estudiábamos el euskera por el año 1981 como un idioma con no más de 400 voces (vaca, mamá, agua, piedra, Parabellum...) al que en esos días se le estaban añadiendo términos (camión-kamioi, ordenador-ordenagailua, etc.) y del que teníamos serias dudas de que sirviera para estudiar a Wittgenstein! Hoy día, miles de millones de euros después, se podría -claro que sí!- estudiar a Wittgenstein en euskera, aunque no se vea mucho interés por el filósofo en las calles de Basauri. Enfín...

Cataluña tiene un idioma propio, igual que Andalucía, Aragón y Valencia. Y qué? Eso no les diferencia del resto de los españoles más que a los gallegos de los extremeños. Pasemos, entonces, al siguiente hecho: una cultura y un folclore propios.
Quieren de verdad ustedes que les hable del Flamenco? De la Jota aragonesa? De las sevillanas, verdiales, fandangos... De la isa canaria? De las folías? De la muñeira? De los empalaos? De la saeta? De las lagarteranas? De las fallas? De la Feria de abril? De la semana santa vallisoletana? De la gaita gallega? De la gaita aragonesa? De la gaita del desierto de los Monegros? De las Cantigas de Alfonso X el Sabio? De la paella? De la ensaimada? De la sobrasada? De las papas con mojo picón? Del gazpacho? Del chotis? Del fandango minero? De la vendimia riojana? De las Fiestas de San Mateo? Del Cristo de los Legionarios en Málaga? De la tomatina? De los sanfermines? De San Andrés de Teixido? Del Camino de Sant Yago?

De qué estamos hablando? España es un país de performers! No hay día sin su fiesta, ni región sin sus bailes antiquísimos! Ni zona sin sus vinos; ni tierra sin sus quesos! La sardana la inventó José Ventura, un andaluz de Jaén, en 1817, para contrarrestar la jota, que arrasaba como baile regional. No podemos decir lo mismo de las sevillanas, que son una evolución de las seguidillas manchegas; ni de las dichas seguidillas; ni de la jota, la isa, las muñeiras, etc. etc. etc. Estas danzas son tan antiguas y tan verdaderamente populares (volk loore), que no pueden datarse ni nombrar a sus autores: son puro pueblo.

Pero claro que Cataluña tiene un folclor propio: como el resto de las regiones de España! No tiene la exuberancia del Flamenco, ni la brillantez de las jotas; pero es su fiesta, y en cuestión de sentimientos no hay más que decir. Pero de ahí a sentirse diferentes... Es decir: de ahí a afirmar, con la contundencia que sólo los pedantes tienen, que ellos son más diferentes que los demás... Vamos, vamos!

Y ya, el colmo: que tienen una Historia propia. Como si los demás españoles no la tuvieran!!! Es para morirse de risa! La única región de España (junto con los vascos, curiosamente) que jamás ha sido un Reino, viene ahora con unas ínfulas de haber sido independiente desde el Big Bang que sólo con abrir un libro de Historia no censurado por la Generalidad catalana se derrumban como un castillo de naipes marcados.
Asombroso! Como si los andaluces (por poner un caso) no hubiéramos sido un centro neurálgico de la Hispania romana, con tres emperadores que aportamos!!! Y luego, con los Omeya y el resto de la magnífica cultura árabe; amén de haber sido Corte de Fernando III y su hijo Alfonso X, Cantigas incluidas! Y si quieren ustedes, seguimos: Sevilla como el centro del mundo durante los Siglos de Oro; la distribuidora de las Américas! Y más tarde, las Cortes de Cádiz, en donde se refugió la Libertad y se construyó la Constitución más avanzada de sus días!

Hablamos ahora de la Historia del Reino de Valencia? O del de Navarra? O de Castilla? O del Reino de Aragón, que tánto tuvo que sufrir a la insurrecta y mal avenida burguesía catalana, que no hizo nunca otra cosa que oprimir a sus propios campesinos? Pero quiénes se creen que son éstos? Con quién creen que se están comparando? Cómo pueden decirnos al resto de españoles (que creamos el primer Estado moderno del mundo) que tienen más Historia que nosotros?

Y de qué opresión hablan? Si desde siempre han sido favorecidos por todos los regímenes! Con la Dictadura franquista especialmente! Franco dejó desangrarse a Extremadura y Andalucía para favorecer clara y contundentemente a los industriales vascos y catalanes! Y luego, con la llegada de la llamada Democracia, los nacionalistas catalanes (y vascos) no han dejado de beneficiarse del Estado español! Cómo que España ens roba? Hemos de sufrir este insulto constante a la inteligencia y a la Historia?

Si Cataluña se desgajara del Estado español y en unas décadas lograra adherirse a la Unión Europea, no tengan ustedes duda alguna de que en cuestión de unos años acuñarían la frase Europa ens roba. Porque el problema no es que estos separatistas sientan que tienen un folclore propio, ni que los castellets sean algo creado directamente por Dios (que con seguridad era de Manresa), no. El problema, el trasunto de la cuestión no es otro que la ausencia absoluta, entre estos prendas, de los conceptos de solidaridad, de bien social, de convivencia y equilibrio entre regiones. Cuando yo era pequeño, a éstos se les llamaba agarraos, tacaños, de la cofradía de la Virgen del Puño. Ahora se les conoce como insolidarios. Y de ser por fin independientes y pertenecer a un orden superior como lo es la Unión Europea, a la hora de soltar los dineros para contribuir al bien común y equilibrar la situación de países como Polonia, Grecia o Irlanda, tardarían 10 minutos en soltar lo de Europa ens roba: no lo duden!

Y no olvidemos que Europa es un monstruo que se está forjando a sí mismo con innúmeras dificultades. Nos está costando la misma vida sentar las bases económicas, sociales, estructurales y legales para que en el futuro se pueda hablar de unos Estados Unidos de Europa con el mismo estatus que tienen los yankees: la misma vida nos está costando! Pero si no hay una desgracia nacionalista como lo fue el atentado de Sarajevo (1ª Guerra Mundial) o la anexión de Polonia por Hitler (2ª Guerra Mundial); si no llega la sangre al Rhin con las ínfulas expansionistas-nacionalistas de Putin, Europa podría llegar a ser.

Y ahora, naciendo Europa a espasmos, vienen estos primates políticos (conocidos como nacionalistas) a imponer sus cuevas, sus pieles de mamut y sus huesos atravesándoles la nariz? A punto de emerger, entre las tremendas y escarpadas rocas de este páramo y de esta Babel europea una orquídea delicadísima, ¿quieren estos presapiens encorvados reventar los cristales del invernadero para plantar esas ramas primitivas y paleozoicas; esas plantas sin flores, esos simplicísimos helechos?

No lo permitamos! No les dejemos llevarnos a los palafitos! No permitamos que estos catetos nos impongan a los europeos su sosísima y primaria planta sin flores: su helecho diferencial.


lunes, 7 de abril de 2014

Los hilos, sí; la marioneta, no!


No grabo vídeos desde hace cinco meses por prescripción facultativa; esto es: que mi médico me prohibió grabarlos para que no me fuera al otro barrio de una subida de tensión. Le hice caso, claro! Pero últimamente me rondan de nuevo los demonios y me entran ganas de ponerme ante la cámara para hablar de algunos asuntos de la actualidad política que claman al Cielo y requerirían un comentario algo más profundo que el que por desgracia solemos leer y escuchar en los periódicos o en las tertulias radiofónicas y televisivas, llenas de lugares comunes y corrección política estomagante; a veces, verdaderos insultos a la inteligencia de algunos de nosotros; la mayoría de las ocasiones, de un sopor y una previsibilidad insufribles.

Uno se pregunta si no hay en España más que uno o dos comentaristas interesantes, capaces de levantar la costra de la noticia y hundir los dedos en la masa pegajosa del asunto para extraer el corazón del hecho noticioso y mostrarlo a los ciudadanos aún palpitante y sanguinolento! Y si no el corazón, al menos un hígado graso, un páncreas húmedo o un pulmón aún henchido! O un bazo! Qué menos que un bazo!

Pero no; todos los medios de comunicación se quedan como la liebre ante los faros del coche que la va a atropellar: paralizados; hipnotizados; extáticos. En alguna tertulia, ocasionalmente, algún comentarista roza el análisis y rasca un poco la corteza de la noticia para presentar facetas que nadie más presenta. Por desgracia, no es lo habitual. Por ello, las noticias -cuyo número es abrumador en España, hoy- se quedan en una sucesión de hechos inexplicados, y dejan a los ciudadanos contemplando una historia sin reflexión: una historia sin Historia.

Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno español, no acaba de nombrar candidato para las elecciones europeas; no se decide; no acierta; no quiere; se retuerce panza arriba lanzando zarpazos de silencio olímpico, ese silencio sideral que Rajoy alimenta como el que alimenta a su kéfir.
Por más que los medios presionan; por más que la solitaria Elena Valenciano, esa estadista que quiere convertir Europa en una nueva Andalucía (Abderramán nos asista!) quiera zurrarse la badana con un contrincante del PP, no hay modo: Rajoy la mantiene hibernada, congelada en el Tiempo; el barbudo de Santiago la ha convertido, a fuerza de ausencias, en una Atenea que dispara flechas a la oscuridad. La candidata socialista es una novia plantada el el altar de la campaña, el verso anhelante de un pareado fallido, un manantial de soledades gongorinas.

Pero ni los periodistas, ni los políticos de la Oposición, ni los comentaristas -paniaguados o no- de las tertulias pasan en sus comentarios más allá de la sorpresa, de la indignación o de la tendencia insufrible a dar consejos que, al cabo, son brindis al sol. Nada; ni uno de ellos le mete mano a lo que oculta esta situación aparentemente anómala: que la campaña de las europeas hace semanas que comenzó y que el partido que gobierna en España (y con mayoría absoluta!) aún no ha designado al candidato.

En mi opinión, la Democracia en España no existe; no ha existido nunca. Y si existe, es una Democracia discapacitada; es decir: que cumple deficientemente las funciones normales que deberían exigirse a un sistema democrático. Ni los diputados emergen de modo natural de su Distrito; ni pueden ser revocados por sus electores en caso de que incumplan aquello por lo que fueron elegidos por éstos; ni los votos de los ciudadanos valen igual (véanse la abultada presencia de los representantes nacionalistas); ni las distintas regiones que constituyen el Estado gozan de los mismos privilegios (véanse el Fuero navarro y el Concierto vasco); ni los Fiscales de Distrito son elegidos por los ciudadanos; ni existe separación alguna (ni siquiera por cuestiones estéticas!) entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo; y no hablemos ya de la inexistente independencia del Poder Judicial!

La gente que últimamente habla en voz alta (que no es poca, aunque no se saque nada en claro) pide a gritos listas abiertas. Pero qué son listas abiertas? Para qué, listas abiertas? De nada nos sirven estas listas si las siguen confeccionando las modistillas en los talleres asmáticos que hay en las trastiendas de cada partido político!
Otra cuestión sería que se eligiera un Diputado por cada 100.000 habitantes! Como en Yankilandia! O que pudiéramos elegir un Presidente y permitiéramos a éste elaborar su propio y meditado Equipo de Gobierno! Pero eso no va a ocurrir, de momento; porque para ello habría que modificar a fondo la Constitución; abrir un proceso constituyente de tomo y lomo en el que los actuales partidos y el propio sistema partitocrático, tras beber el sake y componer su poema de despedida, se hicieran el harakiri por el bien de la ciudadanía. Pero -insisto- esto no va a ocurrir!

Es, por lo tanto, de tal magnitud el poder acumulado por los partidos políticos; llega a tantos niveles sociales, económicos, antropológicos y políticos su capacidad de articular la Realidad que ya no les hace falta siquiera un candidato, una persona de carne y hueso en la que depositar el sumatorio de voluntades programáticas del partido! Hemos transitado, de modo imperceptible, del héroe que capitaneaba las batallas, del Enrique V del día de San Crispín ("Nos, pocos; nos, felices pocos...") a la ausencia de líder!

Ya sabíamos que los candidatos presentados por los partidos como mascarón de proa hace décadas que no están ahí por méritos propios; bástenos recordar el carisma de elementos como Zapatero, Aznar, Chaves, Griñán, Montilla, Zaplana, el propio Rajoy, la inefable Susana Díaz... Entre todos ellos, y capturándolos en el mejor y más inspirado día de su vida política, no llegarían a destilar ni una gota de carisma y capacidad de modificar el curso de la Historia! Gente sin genio, sin la personalidad arrebatadora que debería exigírsele a un líder de masas al que, al fin y al cabo, se le entrega nada menos que la posibilidad de cambiar el curso de nuestras vidas!

Lo sabemos. Somos conscientes de que los candidatos que presentan los distintos partidos suelen ser gentecilla de la cuerda, medradores que llevan esperando años, hombres y mujeres con una asombrosa capacidad para doblar la espalda en reverencias apasionadas ante el apparatchik de su partido mientras que, paradójicamente, muestran una inflexibilidad marmórea ante los devaneos cuánticos de una Realidad cada vez más compleja.
Sabemos que casi ninguno de estos candidatos salidos del vientre del partido ofrece nunca un perfil decidido, valiente, arrojado, comunicativo y contundente. Lo sabemos. Pero, al menos -y hasta ahora-, todos los partidos habían tenido la delicadeza de presentar sus candidatos para, así, mantener en los ciudadanos la ilusión óptica de que elegíamos una personalidad concreta, con sus aciertos y errores.

Sin embargo, ya no hace falta concurrir a unas elecciones presentando un candidato! Ya, a las claras y sin tapujos, un partido, el Partido Popular, abriendo brecha en las costumbres y abanderando con claridad una actitud descarnada y de crudísimo mensaje ha decidido poner las cartas sobre la mesa y comenzar una campaña tan trascendental como lo es la de las elecciones europeas (en donde sí que nos jugamos los cuartos!) dejando claro que da lo mismo quién sea su representante, pues en ningún caso éste va a tomar iniciativa alguna que no esté dictada desde dentro de su partido.

Éramos conscientes de que se habían acabado los líderes. Pero nadie aún había dejado tan a las claras esta espantosa realidad. El Partido Popular, a través de Mariano Rajoy, ha firmado el Acta de Defunción del líder político. Ninguno de sus miembros más destacados (Cospedal, Sáenz de Santamaría, Arenas, Fons, Floriano, etc.) ha abierto el pico instando al Presidente a nombrar ya al Elegido, siquiera sea por cuestiones estéticas! Todos se callan.

Y lo que es peor: también calla la Oposición! Y cuando afirmo que los socialistas callan no lo digo porque no critiquen la ausencia de candidato al que atacar y descalificar, sino porque la crítica que hacen es a la demora en la designación, no a la barbaridad que supone que, sin candidato aún, ya haya comenzado la campaña. No he escuchado a ningún socialista (ni comunista, ni de UPyD, ni a nadie!) denunciar que el sistema de partidos encriptados permita concurrir a una lid electoral sin haber quintaesenciado en la persona física de alguien las voluntades políticas que se recogen en un programa político! Porque denunciar tal situación (inédita, que yo sepa) significaría denunciar al propio sistema partitocrático que nos inunda a todos.

De manera que hasta es posible que el PP gane las elecciones europeas haciendo una campaña sin candidato; y altamente probable que Rajoy lleve hasta el límite el suspense hitchcockiano que ha logrado con su silencio cósmico; y que, habiendo creado una expectativa sin precedentes, logre dar una gran publicidad a su candidato cuando por fin lo nombre, haciendo de éste un Mesías involuntario, alguien que, sin necesidad de decir nada interesante, arrase en las elecciones y se lleve por delante a una Elena Valenciano que se quedará para vestir santos socialdemócratas.

La gente es así! El Pueblo vota a cabezazos! Y en este teatrito electoral, por vez primera tenemos no un títere sin cabeza, sino una cabeza sin títere; Rajoy y su aparato sólo nos permiten ver los hilos, pero no la marioneta, dejando claro que a nadie interesa ya una personalidad carismática, un hombre libre, un carácter independiente y emprendedor. A nadie interesa ya un Enrique V, un Cid Campeador, un Cavour, un Bismarck, un Churchill. Mientras menos carácter tenga el hombrecillo, mejor para el Partido! Y si es posible que el candidato sea el Hombre Invisible, tanto mejor! Así queda claro, de una vez por todas, que los candidatos que nos presentan, todos sin excepción, no representan a ciudadano alguno.
Por fin lo han dejado claro: lo esencial no es la marioneta, sino los hilos que la mueven.


lunes, 24 de marzo de 2014

Suárez: Prometeo liberado!


Voy a cumplir 52 años en junio. Ello me permite hablar de Adolfo Suárez con la única ayuda de mi memoria. Sé quién fue; qué significó para España y cómo fue tratado por sus colegas políticos: por todos sus colegas, correligionarios o no.

Vaya por delante mi desacuerdo y casi desazón por el remedo de Democracia que gastamos en España; ya casi tengo asumido -bien que a regañadientes- que moriré sin haber vivido en plena Democracia: ni el sistema de partidos, blindado con listas herméticas (crípticas!), representa al Pueblo; ni ese caos lleno de parches que es nuestra Ley Electoral permite una verdadera representatividad de las distintas corrientes políticas que pululan por España; ni la desmesurada importancia con la que por desgracia cuenta el voto nacionalista deja ver el bosque; ni los Poderes están separados un maldito milímetro; ni nuestra Constitución, que otorga fueros y conciertos a territorios privilegiados, permite la verdadera igualdad entre los ciudadanos; ni ningún español puede soñar -como sí sueñan los norteamericanos- en que su hijo llegue a ser un día Presidente por su propia valía personal y política.

Dicho lo cual, no puedo callar lo que siento ante el despliegue de medios sin precedentes dedicado a la crónica de la muerte anunciada de Adolfo Suárez González, ese megaespañol que acaba de morir hace más de once años.

Suárez -esto ya lo saben hasta los niños de pecho- fue el alquimista que extrajo del crisol de una España a la que le olían los pies una especie de piedra filosofal gracias a la cual los españoles pudimos soñar que ejercíamos nuestra Soberanía. Como un Prometeo de la Ávila profunda, Suárez robó el fuego a los dioses del tardofranquismo para entregarlo a los hombres de la España de los 70. En mitad de un universo de pana y patillas, Suárez, elegante como un modelo del cortinglés, escaló la ladera de un Olimpo trufado de sables y arrancó una llama viva que entregar a los españoles.

Ese fuego no era la Democracia, pero en la densa tiniebla que envolvía a España, alumbró como si lo fuera. Y con esa débil luz caminamos a tientas desde hace más de tres décadas. Insisto: no es Democracia lo que tenemos en España; pero en aquella época terrible de lo que se ha dado en llamar la Transición, nadie se atrevía a hacer más sin alentar una asonada; nadie podía legalizar al Partido Comunista sin temer un levantamiento militar; nadie parecía estar capacitado para expedir el certificado de defunción del Movimiento. Nadie, salvo Adolfo Suárez.

Las mujeres lo adoraban, yo no me explicaba por qué! A mí me parecían más guapos algunos actores de cine! Pero las mujeres, todas, lo querían como marido; o como yerno. Su encanto personal era innegable; la televisión lo trataba con cariño. Suárez hablaba a la cámara y parecía que te lo estaba diciendo a ti: a ti, personalmente, sentado a tu lado, en el sofá de tu casa!

Mi padre, un volteriano esencial que durante la década de los 60 guardaba en casa libros prohibidos que intercambiaba con Don Fernando Becerra, mi maestro de 3º de Primaria (El Capital, de Karl Marx; Democracia, de Giscard DÉstaing; y otros cuyos títulos apenas pude entrever), estaba muy preocupado por Suárez; pensaba que en cualquier momento se le podía escapar de entre las manos la poca agua que sacaba con trabajos infinitos de ese mar embravecido que era la España postfranquista. Mi padre, que jamás fue de izquierdas, anhelaba la llegada de la Democracia como si de una epifanía se tratase: admiraba a ese hombre perfectamente trajeado y de raya impecable en su pelo peinadísimo; lo seguía y velaba por él. Y si mi padre, un hombre que elegía para leer en los sopores de las tardes de Chipiona breves tratados de Álgebra o la obra de Balmes, concedía tanta importancia a los afanes de ese señor de perfecto castellano que aparecía a diario en los telediarios, es que ese señor debía ser importante!

Y lo era. Vaya si lo era! Suárez se encaramó a codazos y sonrisas por encima del ruido de sables, de los más de cien muertos al año por ETA y los GRAPO, de la terrible matanza de Atocha, de la ultraderecha española, del Opus Dei, de la pedantería socialista, de la dureza comunista y del abotargamiento infinito que los españoles del común padecíamos. Subió por esa pared llena de aristas que era la situación política de una España brutal y robó el fuego a los dioses de la intolerancia. Un fuego débil, pero que iluminó a los españoles para salir del espanto de la Dictadura. Yo lo vi. Yo lo viví desde el sofá de mi casa, día a día; yo preguntaba a mi padre qué era lo que estaba pasando, y mi padre me lo explicaba.

Pero luego, cuando los españoles ya disfrutábamos de las primeras luces y sombras producidas por ese fuego robado a los dioses, la ira de los mismos se volvió contra quien nos lo había entregado; y por cometer hybris fue condenado a padecer la traición de sus correligionarios. Adolfo Suárez había sobresalido por encima de los demás hombres; había demostrado sin dudas de ningún género que valía más que cualquiera de sus coetáneos; que era más astuto, más decidido, más valiente y más seductor que todos los de su entorno. Y eso... Eso no se perdona en España!

Sus propios compañeros de la UCD lo ataron a una columna para cada día comerse sus hígados; la oposición socialista, que sin la labor de orfebre de Suárez jamás habría soñado con ocupar un solo escaño en el nuevo Congreso de los Diputados, lo machacó; los periodistas, que por fin disfrutaban de libertad de expresión, le atizaban de lo lindo. Un marasmo de águilas y buitres carroñeros se lanzaron a alimentarse de sus entrañas, como un nuevo Prometeo de Cebreros. Y Suárez, sin poder soportarlo más, después de luchar hasta la extenuación contra los suyos, acabó dimitiendo como Presidente del Gobierno.

Quién puede medir el profundo dolor que experimentaría un hombre así? Cómo calibrar el sufrimiento intensísimo que debió padecer alguien que, en pago a su heroica condición, a su capacidad de libertador recibe sólo la traición, el desprecio, el escarnio público y la burla? No podemos imaginar la altura de la pena que este gran hombre, este verdadero prócer, llegó a experimentar. Qué pueblo, sino el pueblo español, puede pagar así a sus héroes?

Yo creo firmemente que uno elige la enfermedad que le acaba dando la muerte. Suárez eligió el Alzheimer. Porque el Alzheimer supone la desmemoria, la posibilidad de olvidar. Estoy convencido de ello! Sólo con la ausencia de memoria se puede combatir tanto dolor, tanta amargura! Bien es verdad que quienes lo sufren acaban olvidando quiénes son sus propios hijos; pero también se olvidan de las traiciones, de los desplantes, del inmenso desprecio; se olvidan, en suma, del dolor consciente que provoca la contemplación de aquella miríada de hombres mediocres que lo abatieron con puñaladas certeras, en unos idus de marzo inacabables.

Dicen que fue Hércules quien lanzó una flecha al águila que a diario devoraba las entrañas de Prometeo, liberando a éste de su castigo olímpico. A Adolfo Suárez, el Prometeo abulense, lo liberó el Alzheimer, una enfermedad más poderosa que el propio Hércules. Y gracias al progresivo olvido, a la disfunción de la memoria, este enorme político pudo sobrevivir al dolor que provocan los desagradecidos, a la traición de sus correligionarios, al desprecio de los inútiles y al ostracismo al que le condenó en vida un pueblo de hombres tibios, de gente indiferente, de políticos mediocres, de periodistas paniaguados y, en definitiva, de hombres pequeños.

Y por más que ahora le hagan odas y ditirambos; por más que le cambien el nombre al aeropuerto de Barajas; por mucho que lo glosen y llenen las calles de España con su nombre sencillo y contundente, yo no puedo olvidar que Suárez, gracias al Alzheimer, y transformado por fin en Prometeo liberado, pudo olvidarse de España.

sábado, 1 de marzo de 2014

Paco


Ahora está empezando a oler el pan recién hecho en mi panificadora. Huele toda la planta baja de mi casa a pan. Ya puedo coger la copa que me he servido con vermú de Jerez, y sentarme, por fin, ante el ordenador para escribir algo que quiero escribir desde hace ya al menos tres días.
Dios mío, qué vermú! De Jerez, claro! Construido magistralmente por Jesús, un hombre con una bodega viejísima que guardan dos perros aterrorizados: un vermú con cincuenta y dos plantas y flores y yerbas; un vermú de Jerez que ilumina, a base de sombras de ajenjo, todos los recuerdos. Y ese olor a pan… Ese pan que nace y se incorpora al mundo, como si fuera un ser vivo: cada pan, un hijo de Cronos; cada dos días, un pan nuevo; cada nuevo pan, un nuevo sacrificio. De manera que el pan y el vino se concitan? Por fin puedo escribir sobre Paco!

Cuando cumplí catorce añosme regalaron un cassette: un aparato que ocupaba el espacio de dos turrones de Alicante, uno sobre otro y sin desembalar. Pero, ojo: no un radiocassette; aquello no tenía radio ni nada; era sólo un reproductor de cintas de cassette, amén de una primitiva grabadora. Tenía unas teclas gordas que servían para que sonara, para que fuera hacia atrás y hacia delante, y para que grabara. Yo escuchaba cada noche, mientras me dormía, cualquier cosa que hubiera grabado durante el día. En una gloriosa ocasión, a finales del año 79 (año en que murió mi padre), anunciaron en la tele que iban a poner un concierto maravilloso (así lo anunciaban) con tres guitarristas magistrales: Larry Coryell, John McLaughlin y Paco de Lucía. Yo no tenía ni idea de quiénes eran los tales McLaughlin y Coryell, pero como Paco era tan famoso, decidí grabar el concierto de la tele directamente a mi cassette: a pelo; sin filtros. Cuando la cinta llegó a su primera media hora final, paré el cacharro y le di la vuelta a la cinta para seguir grabando: un prodigio de la técnica!

Estuve un año escuchando aquel concierto. Un año. A diario. A todas horas. Intentando sacar los punteos del tal Larry Coryell; incluso grandes parrafadas de John McLaughlin. Pero cuando llegaba el momento de Paco… Eso ya era otro cantar! Otro cantar, literalmente: el Cantar de los Cantares! Y no sólo por cuestiones técnicas inabordables para un adolescente de 17 años, sino porque el discurso de Paco de Lucía era de una dirección arrojada, no como el deambular (ahora lo veo así) del tal Coryell, que daba verdaderos paseos sin rumbo fijo. McLaughlin era mejor guitarrista que el de los pelos: sus frases tenían una dirección clara, como las de Paco, aunque sin llegar a destapar la caja de Pandora, como hacía el de Algeciras cada vez que intervenía. La madre que parió a Paco! Ponía al público en pie en casi cada intervención!

Aquel año de 1980 estudié guitarra como nunca lo hice antes ni después con ningún otro instrumento. Ni siquiera cuando acabé -veinte años después- la carrera de Violoncello, a la que dediqué en su último año casi ocho horas diarias durante meses, estudié tanto como con aquel extraordinario concierto! Porque en aquella época postadolescente yo no era consciente de estar estudiando. Para mí era una devoción, un acto de amor, un encuentro conmigo mismo.

Las frases de Paco eran inimitables, complejas, de una dificultad técnica inusitada, de un riesgo sin comparación; no se ajustaban a patrones cómodos; no permitía el genio que dominara en ellas el idiomatismo de la guitarra, como se hacía evidente en Coryell e inevitable en McLaughlin. No: los discursos de Paco de Lucía, después de un año de estudio diario de mi vieja cinta de cassette, quedaban, salvo frases sueltas y algunos giros y piruetas, fuera de mi alcance. Pero aprendí a tocar la guitarra mucho más allá de lo que se hubiera esperado de un jovencito de 18 años: me llamaban para tocar en los pubs, en los bares de copas; me invitaban a tocar algunos músicos mucho mayores que yo; músicos de jazz, de rithm&blue
La absenta que servían en la Taberna Pilatos, en Sevilla, llegó a ser mi compañera de concierto diario: conciertos de pub compartidos con los que luego fueron los músicos de Silvio; otros días, con dos maravillosos armonicistas; a veces, en La Carbonería, con el pobre Rafael Amador, de Pata Negra, aún lúcido y en el mundo; en La Carbonería, la absenta era sustituida por una botella infinita de Johnnie Walker etiqueta negra, suficiente para volar escalas arriba y escalas abajo durante horas.

Empecé a comprarme discos de Paco de Lucía. LP’s, que se decían antes: discos pequeños y discos grandes y negros; de vinilo… hasta que llegó a mis manos Sólo quiero caminar… El Disco!
Yo no sé qué me cruzó la mente cuando escuché esta obra maestra de la Música en general y, creo yo, pilar central del nuevo Flamenco. No sé qué especie de embrujo me envolvió, que no podía parar de escucharlo: a todas horas; de día y de noche; durante semanas. Sólo quiero caminar, el disco, supuso –en mi opinión- un antes y un después en la Historia del Flamenco. No sólo porque en él se le diera otra vuelta de tuerca a la técnica guitarrística, que con Paco ya había abandonado ese sonido a lata de las falsetas antiguas, sino porque esta maravilla de registro da pasos de gigante en la Armonía, en los recursos, en la tímbrica, en la estructura misma de las piezas! Sólo con escuchar la extraordinaria Monasterio de sal, al alimón con el maravilloso Carles Benavent al bajo, se comprende lo que significa estar en presencia de una Obra Maestra. Puedo afirmar que yo me di cuenta, allá por el 1981 (que se dice pronto! Hace 33 años!!!), de que estaba siendo testigo del avance insospechado de un hombre decidido a conquistar un territorio inexplorado, unas extensiones expresivas ignoradas, un continente virgen que ya siempre tendría su sello indeleble.

Paco no sólo revolucionó la técnica de la guitarra flamenca, sino que extendió la estructura interpretativa del Flamenco a la Música de Cámara, invistiendo a la flauta travesera, al bajo eléctrico, al saxo y a la percusión (y por ende, al resto de instrumentos tradicionales) con los ropajes del Flamenco más indiscutible. Paco dotó de estructura camerística al Flamenco, permitiendo que ya cualquier instrumento pudiera intervenir sin ser rechazado como un cuerpo extraño.
Paco extendió los desarrollos en las falsetas; amplió los horizontes armónicos hasta más allá de lo que podría nadie haber soñado antes. El de Algeciras, además, abrió las puertas del Flamenco a los más grandes artistas del Jazz, sirviendo de medium artístico entre los diferentes universos musicales, tan cerrados hasta entonces. Hizo del Flamenco -que ya daba síntomas de asfixiarse en su endogamia- un Ars Universalis, un todo orgánico en el que ya tendría cabida casi cualquier género expresivo.

Estos días han estado saliendo en la tele, en la radio y en los periódicos digitales un montón de guitarristas, cantaores, bailaoras, artistas, productores, músicos, ventrílocuos, hombres-bala, periodistas, busconas, frailes y demás fenómenos de la farándula lamentando la muerte de Paco de Lucía: el más grande, el mejor guitarrista de todos los tiempos, el genio del Flamenco, el irrepetible, el número uno, el mayor artista de los últimos siglos… Pero nadie ha dicho por qué. Nadie ha explicado cuáles han sido los logros asombrosos de este mejicano de adopción (porque, que nadie se engañe: hacía muchos años que ya no vivía en España, sino en Cancún, comiendo pescado recién capturado por él mismo!).
Nadie se ha molestado aún en explicar a los españoles, casi una semana después de su repentina muerte mientras jugaba al fútbol en la playa y con sus hijos pequeños, por qué Paco ha sido el más grande artista español que ha habido y probablemente vuelva a haber en siglos. Y es que, por lo visto, sólo hay tiempo para titulares, pero no para un mínimo análisis.

Los genios se calibran cuando mueren, cuando por fin se están quietos. Aunque hay excepciones: algunos, como es el caso de Paco, ya se vislumbran desde mucho antes de que abandonen este mundo.
Cuando un verdadero genio muere, hay que comparar el Mapa del Arte antes y después de la intervención del artista en cuestión. Esto ya lo he dejado por escrito en algún  artículo. Se observa, generalmente, que el terreno queda como destrozado: se levantan cordilleras donde antes sólo había un valle; ríos que antes regaban candorosas aldeas han sido contenidos todos en una presa gigantesca que ahora sirve para dar luz eléctrica a vastísimas regiones; aparecen túneles que atraviesan montañas; y abismos donde antes pastaban alegremente las vacas. 
Beethoven lo hizo! Beethoven reventó las estructuras sinfónicas, cuartetísticas, corales… Beethoven se llevó por delante el concepto de expresión e interpretación. Destrozó el piano para ampliarlo físicamente; así como la música de cámara y la sonata. Beethoven rompió incluso el concepto de compositor, haciendo que fuera la peripecia personal del creador la que ocupara el centro de la obra misma! Beethoven fue un cataclismo de proporciones colosales que se llevó por delante la Música tal y como se conocía hasta entonces.

Bien; pues esto es lo que ha hecho Paco con el Flamenco, con la guitarra, con la música española y con las estructuras sonoras en general: ha reventado todos los mapas; se ha llevado a los dinosaurios al abismo; ha creado otra vegetación, otra fauna y otra línea del horizonte.

Y ahora, desde hace ya tres décadas, vivimos en ese Nuevo Mundo. No lo habían notado ustedes?